El comienzo de un nuevo año es una excelente excusa para renovarse, empezar de cero, cambiar de ambiente. Empezar por el hogar es una gran alternativa. De la mano de Meik Wiking y su libro “Hygge Home, cómo hacer de tu hogar un espacio feliz”, te compartimos las claves para que tu refugio más preciado parta con todo este 2023.

“Vivir una vida hygge y construir un hogar hygge consiste en comprender que la felicidad no tiene por qué tener un precio. Consiste en aprender cómo separar lo que tenemos de lo que sentimos (...) El hygge se basa en vivir una buena vida y utilizar tu espacio para vivir en vez de almacenar trastos. El hygge es lo que convierte tu casa en un hogar”. 

¿Quién más ama a Meik Wiking? Él y sus libros son una potente fuente de inspiración para Jooga (que se pronuncia Juga, como Hygge… ¿ven?). Y fin de año es una excelente época para hablar de conceptos como “bienestar”, “hogar”, “refugio”, “vibras”. 

Entonces, desde lo que hemos aprendido, y tomándonos de las lecciones de Meik, vamos con 3 consejos para darle un giro a tu hogar y comenzar un nuevo año absolutamente renovados.

Aléjate del efecto Diderot: querer cosas que NO necesitas

La historia es larga, pero este efecto proviene del filósofo francés Denis Diderot y consiste en que comprar algo nuevo puede crear un círculo vicioso de consumismo que te lleva a desear y adquirir más cosas nuevas que tu antiguo yo no necesitaba para ser feliz. Va muy ligado con la acumulación, con llenar bodegas y clósets que no abres porque….¡qué lata! Está todo patas pa´arriba. Como dice Meik: “Recuerda: es mejor poseer historias que contar que trastos que enseñar”. 

Dedícate espacios en tu hogar

Suena raro, ¿no? pero es bastante sencillo. Si este 2023 vas a estar con teletrabajo, dedícale tiempo y cariño a armar un buen escritorio, donde te guste trabajar y que sea exclusivamente para eso. Si este 2023 te vas a tomar una hora diaria para leer, entonces arma tu rincón de lectura en casa. Que sea cómodo, donde puedas prender algún difusor, donde puedas ubicar un vaso de agua o taza de café, donde haya luz suficiente, donde corra aire. Si te quieres dedicar a cocinar, entonces arma tu cocina como un espacio atractivo, donde haya organización, donde puedas sacar cada utensilio con facilidad, que te provoque felicidad el hecho de tener que cocinar y que no sea una pérdida de tiempo por cómo está el lugar. 

Llénalo de tu esencia

Meik hace una checklist de la arquitectura de la felicidad y, parte de él, recomienda pensar en cómo tu hogar satisface todas tus necesidades, desde lo más básico - como la seguridad y la funcionalidad- hasta el refuerzo de tus relaciones. Luego, llénalo de tu esencia y asegúrate de que te sientas en casa y que este hogar, exprese quien eres. Y si son familia, lo mismo. ¿A todos les gusta la música? Pues luce tus vinilos y que la guitarra sea un instrumento pero también sea parte del entorno. ¿Son una familia biker? Dale un espacio funcional a las bicicletas, adorna con cuadros de paisajes forestales, luce las fotos de los paseos. Usa la decoración para motivarte y pasar a la acción: “Si la antigua máquina de escribir de tu abuelo te recuerda cómo te enseñaba a leer, ubícalo en tu escritorio o en el librero”, dice Meik.