¿Cómo lograr el equilibrio de la convivencia a través de los espacios de nuestro hogar?

¿Cómo lograr el equilibrio de la convivencia a través de los espacios de nuestro hogar?

El contenido de esta nota no nació de mí, nació de la sección “Hogar Vitamina” de el Diario El País, en España. Pero me pareció tan interesante y útil que decidí adaptarla y compartirla contigo. Presta atención.

Si bien la nota no es de mi autoría, lo que sí nace desde Jooga es hablar de bienestar y cómo la organización aporta a vivirlo por completo. Sin embargo, el bienestar en el hogar no se basa solo en tenerlo organizado y ordenado, sino que también en quienes lo habitan. Y si son muchas personas las que conviven en un mismo lugar, los espacios y el uso de los mismos, deben estar definidos bajo un consenso.

AMO MI ESPACIO PERSONAL

¿Y quién no? Si en ellos nos sentimos a gusto y tranquilos. Es ese lugar donde puedes ser tú mismo y donde puedes hacer lo que te gusta. Además refleja tu personalidad a través de la decoración, está ordenado según tú propio sistema y te genera seguridad. Ojo, no necesariamente debe ser de 4 paredes. .

Personal y privado, ¿son lo mismo?

“Sí, pero con matices. Lo personal también se refiere a intimidad”, responde la psicóloga Lorena Atienzar, entrevistada en la nota. La experta señala que, en ciertos modelos de convivencia como los compañeros de depto, es fundamental el respeto del espacio ajeno. Sin embargo, esto también deber garantizarse cuando existen lazos afectivos, “teniendo en cuenta que privado no quiere decir intraspasable”.

¿Qué es lo primordial? Que exista buena comunicación y educación para establecer cuál metro cuadrado es tuyo y cuál es mío. Aquí radica la importancia de la puerta, por ejemplo: “La puerta es un elemento que utilizamos para hacer saber a los demás que no queremos ser molestados. Llamar a la puerta es un gesto de respeto hacia la persona y su espacio”, dice Atienzar.

¿ESPACIOS COMUNES? ¿PARA QUÉ?

¡¡Para socializar pues!! El espacio común es donde todos comen, o todos ven la televisión, o todos se reúnen a conversa, por ejemplo. Muchas veces, es el único momento y lugar del día en el que todos los habitantes del hogar, coinciden. Otra de las tantas cosas que nos dejó la pandemia es que esto aumentó: hoy somos varios los que hacemos deporte, trabajamos y descansamos en casa. Y ya pasó a ser absolutamente normal.

¿Y SI EL ESPACIO PERSONAL ESTÁ EN EL ESPACIO COMÚN?

Puede ocurrir y lo primordial es establecer horarios y/o acudir al “sentido común”. Por ejemplo, quienes trabajan desde casa, no siempre tienen una habitación como escritorio, por lo que su espacio personal – el de trabajo- se realiza en un espacio común de la casa.

¿Qué hacer? Adecúa un lugar dentro de las estancias comunes con biombos u otros mobiliarios que ayuden a armar un espacio dentro de otro para evitar distracciones y evitar “molestar”. Si coincides con otra persona de la casa, utiliza audífonos para tus reus o para cuando escuchas música, por ejemplo. Y obvio, cuando cohabitamos el mismo espacio, el ORDEN se transforma en la columna vertical para mantener una buena convivencia.Preocúpate de mantenerlo. 

 


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