Vida en pareja: ¿Cómo dividir las tareas del hogar de forma justa?

Vida en pareja: ¿Cómo dividir las tareas del hogar de forma justa?

¿Diste el GRAN PASO de irte a vivir con tu pareja? Es emocionante y divertido, pero también, es el momento de conocer REALMENTE a la otra persona. Convivir puede ser una tremenda etapa, pero no dejes que la desorganización o la injusta repartición de tareas en el hogar destiña el momento.

Vitrinear la decoración, armar el dormitorio, asignar el espacio para cada uno en el clóset… mudarse con la pareja es un proceso entretenido y hasta chistoso. Pero una vez instalados, no dejen de dividir las tareas del hogar de manera justa. ¿Por qué? Porque influye positivamente en la convivencia. ¿Cómo hacerlo? ¡Sigue estos tips!

1) Comunicación abierta: Antes de empezar a vivir juntos, tómate el tiempo para hablar sobre las expectativas y responsabilidades en cuanto a las tareas del hogar. Ambos deben expresar sus preferencias y necesidades y buscar un compromiso equitativo. La comunicación abierta es clave para evitar malentendidos y resentimientos en el futuro.

2) Identificar fortalezas y preferencias: Cada miembro de la pareja puede tener habilidades y preferencias diferentes en cuanto a las tareas del hogar. Identifiquen qué tareas disfrutan más o en las que son más eficientes. Por ejemplo, si a uno le gusta cocinar y al otro le gusta lavar los platos, pueden dividir esas responsabilidades de acuerdo a sus preferencias.

3) Hacer una lista de tareas: Elabora una lista exhaustiva de las tareas del hogar que necesitan ser realizadas regularmente, como limpiar, cocinar, lavar la ropa, hacer las compras, etc. Luego, asignen responsabilidades de manera equitativa. Pueden rotar las tareas semanalmente o dividirlas en base a su disponibilidad y habilidades.

4) Programar tiempos específicos: Establecer una rutina puede ser útil para distribuir las tareas del hogar de manera justa. Acuerden días y horarios específicos para realizar ciertas tareas. Por ejemplo, los viernes por la mañana podrían ser para la limpieza general, mientras que los domingos por la tarde pueden ser para la preparación de comidas de la semana.

5) Flexibilidad y apoyo mutuo: A veces, las circunstancias pueden cambiar y uno de los miembros de la pareja puede tener más carga de trabajo o responsabilidades adicionales. En esos casos, es importante ser flexible y brindar apoyo mutuo. Pueden reevaluar temporalmente la distribución de tareas y ajustarla para adaptarse a las necesidades cambiantes.

BONUS: ¿Y si dividen los espacios? Esa es otra forma de repartir las tareas del hogar. Por ejemplo, dos grandes focos en la organización son la limpieza y la alimentación. Entonces, quien pone la mesa, también la limpia, lava los platos y guarda la loza. Y quien ve la ropa, es quien la echa a la lavadora, la cuelga, la dobla y la guarda. Por supuesto, ambos deben estar de acuerdo.

No lo olvides: la clave para una distribución justa de las tareas del hogar es la comunicación, la flexibilidad y el respeto mutuo. Encuentren ese equilibrio que funcione para ambos y que les permita tener un hogar ordenado, organizado y armonioso. ¡Suerte!


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