¿Sabías que un hogar organizado y limpio influye en tu bienestar emocional? Y aunque a veces puede ser cansador -ya que llegar a ordenar y limpiar la casa después del trabajo resulta agobiante de solo pensarlo- expertos apuntan a que la magia es cambiar la mentalidad, porque como dice Fito Páez, “es solo una cuestión de actitud”. ¿Cómo motivarse? Empieza por leer este blog ;).
Hay una hormona que la mayoría odiamos: se llama cortisol, es la que nos provoca estrés y es la que aumenta considerablemente cuando existe desorden en nuestros espacios. La vida puede tener muchas causantes de esta enemiga, ¿pero que tu propio hogar te la genere? ¡No, gracias! Una investigación elaborada por el Instituto de Neurociencias de Princeton demostró que el desorden no solo conduce a aumentar los niveles de estrés, sino que además provoca una mayor sensación de cansancio y desgaste mental, lo que conduce a la frustración y enojo.
Por eso, organizar nuestro hogar -así vivamos sol@s, con amig@s o en familia- es una práctica que necesita un nuevo enfoque: no, no es un proceso cansador, más bien, es una forma para distraerse, relajarse e, incluso, divertirse, sol@ o acompañad@. El cambio de mentalidad y actitud se verá reflejado en el bienestar emocional que se obtiene al finalizar la tarea. Y es que un hogar organizado y limpio es un hogar donde vive el relajo, la paz y el bienestar.
¿Por dónde empezar? Aquí te compartimos tres secretos:
- Aprovecha los espacios: no implica utilizar hasta el espacio debajo de la alfombra (eso, a la larga, genera más desorden) pero sí utilizar, por ejemplo, muebles más prácticos, los que -por ejemplo- nos permitirán aprovechar toda la altura que queda de un dormitorio. Una estantería podría ser perfecta para apilar cajas, utilizarla de librero e, incluso, meterla dentro del clóset para nuestras prendas, por mencionar una idea.
- Categoriza: la repisa de las sábanas, los organizadores de ropa de invierno, las cajas de juguetes… categorizar nuestras cosas, además de ayudarnos a tener un hogar mucho más organizado, nos dará tiempo, ¡porque sabremos perfectamente dónde encontrarlas! Apóyate con cajas, canastos y organizadores para tu ropa y cualquier otro accesorio.
- Reutiliza o deshazte de lo que no utilizas: ¡Dile chao chao a la acumulación innecesaria de productos! Reutiliza aquello que puedes darle una nueva vida útil (como un contenedor) o definitivamente vacía estantes, clósets y despensa. Acumular nos quita espacio, ensucia el doble y, por supuesto, incrementa el desorden.
Y además de la reducción del estrés, ¿qué otros beneficios emocionales implica organizar el hogar?
- Cierras ciclos: organizar puede incluso ser terapéutico. Si estás cerrando un ciclo y abriendo otro, desprenderse de objetos o ropa aporta significativamente en la renovación de un “nuevo yo”.
- Decisiones claras: el desorden puede también interferir en la toma de decisiones. Un hogar organizado, limpio y ordenado te permitirá pensar con mayor claridad y tener mayor concentración.
- Duerme bien: acuéstate tranquil@ y dale a tu hogar la misma tranquilidad. Descansa tu mente sabiendo que vives en un espacio de bienestar, donde reina la calma y la felicidad. En eso influye mucho la actitud de sus habitantes, pero también, la organización de sus cosas.
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